Castillos en el alma

Se supone que esta serie de exalumnos sería casi cronológica, pero hoy al amparo de mi café y bajo la premisa de que es mi blog y hago lo que se me hinche, pues me saltaré esa condicion.

De los locos del "B", curioso conocerlo, siempre les digo a mis locos no tan bajitos que una de las cosas que no se debe de hacer es prejuzgar y debo de confesar que con el lo cometí. Entre al salón y lo vi en un extremo, a la expectativa y me dije a mi mismo "mi mismo, aqui va a haber pedo", los ojos como metal, casi fríos, la mirada desafiante, el clásico que repela para todo.


Lo mas alejado de quien era, deveras, sensible, ( de esos que chillan con bambi, pero dice que tiene una basura en el ojo ja ja ja, como yo), algún día alguien le dijo que no podía ganar. A veces las personas que nos rodean no son conscientes de lo que pueden llegar a hacer en un niño con sus comentarios pendejos, desafiante si, contestatario si, pero increiblemente noble, por lo menos delante de mi y para conmigo siempre había respeto.

Peleado con mucho y muchos, hasta con el. No se si fué el tiempo o la interacción con el colegio, pero un día se dió cuenta que las personas así como se acostumbran a perder, pueden tambien acostumbrarse a ganar.Y fue pa' lante como se debe, no, no era de ninguna manera perfecto, pero definitivamente era y estaba construyendo el futuro apesar de todos y de si mismo.
 
A menudo lo tumbaba la desesperanza, pero igual a menudo lo levantaba su tozudez, aprendió que era mejor ver la luz al final del tunel

Buen compañero, y por lo menos conmigo excelente estudiante, de esos diamantes en bruto que a uno como mediador le da un chinguero de gusto encontrarse.

Espero que algún día sea el dueño por completo de su destino, sin que nada interfiera en su juicio y sus desiciones.

Lo vi graduarse y tomarse su foto, me sentí muy orgulloso, creo que era el principio, el inicio de demostrarse y demostrarle a quien tuviese que hacerlo que ahí, dentro de ese muchacho, habita un hombre de provecho.

Hoy a menudo le recuerdo como el que me puntualizó que la vida no es negra y/o blanca, si no que está llena de matices.

Se le llenaban de luz y de amor los ojos al hablar de su hija, espero que la vea hoy y la quiera mucho como se merece y ella le quiera como el también se lo merece.

Lo mejor de todo es que aún ahora es uno de los duendes que rondan por aquí.

Juan Carlos, Don Juan durante varios años para este loco

"El constructor de castillos en el alma"